La División Mayor del Fútbol Colombiano – Dimayor, anunció que aplazó el partido por la final de la segunda división, mientras la Fiscalía está investigando si hubo corrupción en el polémico partido entre Llaneros y Unión Magdalena que permitió el ascenso a primera división del equipo de Santa Marta.
Unión Magdalena perdía el sábado 1-0 como visitante ante Llaneros en la ciudad de Villavicencio hasta el minuto 95, pero marcó dos veces consecutivas y logró un cuestionado triunfo.
El video del partido mostró a jugadores de Llaneros que parecían no esforzarse ante sus rivales permitiéndoles anotar el gol de la victoria con la que Unión Magdalena ascendió a la máxima categoría, superando a Fortaleza que cayó 2-1 como local frente a Bogotá.
¡Que grosería e irrespeto con los Llaneros! pic.twitter.com/uMfPojvBTh
— Narciso E. Matus Diaz (@NinoMatus) December 4, 2021
«Se aplaza porque estamos en todo este proceso de investigación, lo estamos tomando con toda la celeridad y con toda la prontitud», dijo el presidente de la División Mayor de la Dimayor, Fernando Jaramillo.
El dirigente deportivo reveló que en la investigación a cargo de la Dimayor seis integrantes del equipo Llaneros citados a declarar el jueves no asistieron, aunque enviaron abogados en representación.
«Este es un síntoma muy malo desde el punto de vista de la celeridad de la investigación (…) pero les recuerdo que hay un código de ética de la FIFA y de la Federación Colombiana de Fútbol, que se debe cumplir el principio de colaboración», dijo Jaramillo.
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La investigación de la Fiscalía es independiente a la de la Dimayor. Mientras la División Mayor del Fútbol Colombiano puede imponer sanciones disciplinarias y deportivas, la Fiscalía puede iniciar procesos penales.
Unión Magdalena negó actos de corrupción y arreglos de partidos, mientras que Llaneros comenzó una investigación interna y anunció su respaldo a las averiguaciones del organismo rector del balompié en Colombia.
El sospechoso gol que le dio la clasificación a la primera división al Unión Magdalena desató indignación en Colombia entre aficionados, prensa, jugadores, el Gobierno y dirigentes del fútbol.