Liliana Camacho, una joven modelo y actriz, abrió hace algunos días un mensaje en Instagram @liliana_camacho99 con más de 6000 seguidores, en el que la felicitaban por su nueva cuenta en OnlyFans, hecho que sin más la impresionó, porque además que jamás ha abierto una cuenta allí, en el link que le enviaron utilizaban sus fotografías de Instagram, incluso algunas imágenes de alto contenido sexual de origen desconocido.
Según ella, «hace pocos días algunos amigos y familiares comenzaron a llamarme muy sorprendidos porque les habían enviado la información de este perfil, al cual estaban invitados a entrar desde mi cuenta de Instagram. Al verificar, encontré que la cuenta desde la cual se les invitaba, aunque era falsa, se parecía muchísimo a la mía pues sólo se diferenciaba en que tenía una raya al final del nombre».
«Mi sorpresa fue mayor al encontrar que mi cuenta y el perfil falsos estaban conectados con una cuenta de Wix que invitaba a suscribirse, dejando los datos de las tarjetas de crédito, como parte de un engaño para robarlos y comenzar a retirar dinero a voluntad de los hackers, luego de obtener esta información», agrega la joven bogotana de 22 años.
Liliana, como muchas víctimas en el mundo, son presas de la novedad de esta red social que fue creada solo para adultos y mediante la cual es posible compartir imágenes y videos eróticos o sexuales de todos los tipos.
Esta nueva red que ha ganado gran popularidad gracias a que muchos famosos han abierto sus perfiles allí, exige que, para ver los contenidos, los usuarios tengan que convertirse en fans y para ello deban suscribirse al perfil favorito teniendo que hacer el pago de una cuota mensual que es fijada por el dueño de la cuenta, de acuerdo con los estándares que fija la plataforma.
Según Andrés Guzmán Caballero, abogado experto en delitos informáticos, «esta es una forma canalla de afectar la reputación de las personas y aunque mediante metodologías informáticas y procesos legales es posible dar de baja estos perfiles falsos, la verdad es que al tener el componente sexual, este tipo de estafas llaman mucho la atención y en cuestión de pocos días logran engañar a muchas personas robándoles el dinero de sus tarjetas, pero además vulnerando de manera grave la imagen y la honra de sus víctimas a quienes exponen mediante contenidos explícitos replicados por miles en las redes, y muchas veces tomados de sitios pornográficos».
Casos como este se ven a diario y aunque muchas víctimas deciden actuar por su cuenta para tratar de cerrar estos perfiles, los ciberdelincuentes, la mayoría de las veces “se salen con la suya” pues durante este proceso, continúan teniendo acceso a las tarjetas de crédito hasta que sus dueños se dan cuenta del engaño y las cancelan, después de ser robados sistemáticamente.
Según Liliana Camacho, «aunque mi primera reacción fue la de acudir a especialistas en informática forense para detener este desastre, mi siguiente paso, después de dar de baja estos perfiles falsos, será el de denunciar ante las redes e instaurar denuncias penales en contra de los culpables, sin importar en dónde estén, aunque el daño ya está hecho pues tendré que seguir dando explicaciones a mis conocidos y a mis familiares por algún tiempo».
«Desafortunadamente para mí, la afectación fue más grave de lo pensado pues con este tipo de exposición negativa se ha puesto en riesgo mi trabajo que tiene que ver con una imagen pública que ahora está afectada», indicó Liliana.
De acuerdo con la explicación del experto en delitos informáticos, Andrés Guzmán, en el caso que los culpables de este ataque se encuentren en Colombia, al dar con su paradero pueden hacerse efectivas penas de prisión superiores a los 7 años y multas que pueden llegar hasta los 1.817 millones de pesos, según lo tipifican la Ley 1581 de 2012, así como la Ley 1266 de 2008 y el Decreto 1377 de 2013, que establecen estas penalidades.