El regreso a las clases de manera presencial en el país plantea diversos desafíos en materia de salud y uno de estos es la reducción de riesgo de dengue en las instituciones educativas y, por ende, en la población infantil del país.
Frente a esto, Claudia Cuéllar, subdirectora de Enfermedades Transmisibles del Ministerio de Salud y Protección Social, manifestó que en lo corrido de 2021 se registraron 53.334 casos de dengue, de los cuales, 34.114, equivalente al 63,9 % del total nacional, corresponden a menores de 18 años.
El retorno implica incluir dentro de las prioridades brindar un entorno libre de mosquitos para prevenir enfermedades; durante el tiempo que estuvo cerrada la institución educativa se pudo presentar estancamiento de aguas que favorecen la reproducción del mosquito.
«En ese sentido, desde este Ministerio se insta a la implementación de intervenciones de prevención para intervenir y reducir el riesgo de incremento de casos de dengue en el entorno educativo: colegios, escuelas, jardines infantiles», entre otros, aseguró la subdirectora, quien destacó que el trabajo que se realice en este entorno generará un impacto positivo que incida en la interrupción de la transmisión al resto de la comunidad.
¿Qué hacer?
Entre las tareas que se deben cumplir, por
Gobernaciones y alcaldías a través de secretarías de Salud locales y departamentales
Garantizar entornos educativos libres de mosquitos, a partir de:
Inspección de potenciales sitios en donde se desarrollan los mosquitos (criaderos) de Aedes.
Intervención de criaderos con: Recolección y eliminación de inservibles,
tapar recipientes que almacenen agua, lavado y cepillado de tanques, control larvario y control químico de formas adultas, cuando se requiera bajo justificación técnica.
Junto con las secretarías de educación, fomentar proyectos pedagógicos para aprender a identificar los riesgos de dengue y las medidas preventivas.
Implementar estrategias de comunicación del riesgo dirigidas a la comunidad educativa: estudiantes, profesores, administrativos.
Para las instituciones de educación
Atender a las recomendaciones dadas por las secretarías de salud para la prevención de casos.
Velar por el mantenimiento de entornos educativos libres de mosquitos, cubriendo y eliminando cualquier elemento que acumule agua.
Reportar a las autoridades de salud cualquier sospecha de casos o conglomerados de dengue.
La subdirectora también les recomendó a los padres de familia no automedicar a los menores, ya que algunos fármacos para el control de la fiebre pueden resultar contraindicados para casos de dengue.
«También es importante acudir oportunamente a los servicios de salud y atender a los signos de alarma que pueden indicar una mayor gravedad de esta enfermedad, como dolor abdominal persistente y continuo, vómito, cualquier sangrado de mucosas», indicó Cuéllar.
Asimismo, señaló que en el caso de los menores de 5 años se puede observar irritabilidad y somnolencia, que también son signos de alerta, que deben ser atendidos oportunamente por el médico.
«se debe cumplir con las citas de control, orientadas por los servicios de salud», agregó la funcionaria, quien destacó que los padres o cuidadores deben seguir las recomendaciones enfocadas en la hidratación, con el uso de sueros comerciales o caseros y uso de toldillos, cuando sea indicado e informar a las autoridades sanitarias sobre posibles casos en su comunidad.
Por último, la subdirectora destacó que, con este trabajo mancomunado entre padres de familia, secretarías de salud y comunidad educativa, se puede tener un impacto positivo en la incidencia de dengue en todo el territorio nacional, salvaguardando la salud de nuestros niños y jóvenes en el marco de un regreso seguro a clases.