En la actualidad, desde muy temprana edad los padres y/o cuidadores permiten a los menores el acceso a las redes sociales y demás plataformas de internet. Pero esto no tiene nada de malo porque en la red se encuentran diversos recursos educativos para la formación académica. Lo negativo de esto es que en el ciberespacio rondan personas malintencionadas al acecho de sus víctimas.
Uno de esos delitos es el Grooming que afecta la seguridad y la autoestima. Se presenta cuando el ciberdelincuente engaña al menor a través de internet, logra ganarse su confianza y así obtiene fotos o videos de situaciones privadas o sexuales, para luego chantajearle.
Si analizamos las dimensiones del grooming, podría no quedarse únicamente en el chantaje para no divulgar el contenido; se corre además el riesgo de que tanto las fotos como los videos sean subidos a páginas de pornografía infantil, exponiendo así a la víctima haciéndola más vulnerable no sólo al acoso, también a la agresión y al ciberbullying; lo que podría generar que se sienta avergonzada, insegura e incluso causarle traumas psicológicos.
Si bien este delito podría no pasar del entorno virtual, es importante que los padres y/o cuidadores tengan una comunicación asertiva con sus hijos para evitar que la víctima llegue en el peor de los casos a sufrir un secuestro o un abuso sexual por acceder a encontrarse con su victimario, que valiéndose de más engaños pueda llegar a acceder a su ubicación.
¿Qué es el control parental?
Hace referencia aquellas herramientas que brinda un sistema o aplicación para supervisar o vigilar qué plataformas visitan los menores desde un dispositivo. Es decir que debemos revisar las diferentes aplicaciones y webs para verificar cuáles son sus ajustes o el su sistema de control propia que brindan, para de este modo limitar el tipo de contenido al que tienen acceso y además activar la opción de generar un informe sobre las actividades de navegación.
Por esto desde la Administración Camino de Oportunidad hacemos el llamado a todas las familias acacireñas a mantener una comunicación permanente con los menores; que esté basada en el respeto y también abierta para escuchar cualquier dificultad que se presente en su entorno académico, con los amigos y en la que se les hable y ponga en contexto todos aquellos peligros a los que se exponen en internet, para que no sientan ningún temor de denunciar y así frenar este delito.
