La pandemia de COVID-19 aún está presente y sigue afectando a miles de personas con sus dolorosos e insoportables síntomas. Muchos han logrado salir victoriosos superando el virus. Algunos de ellos quedando con secuelas de por vida en su salud. Otros, en el peor de los casos han perdido la batalla frente a este enemigo implacable que llegó para robarle la tranquilidad al mundo entero.
Por ello, las precauciones sanitarias se han convertido en una rutina diaria: uso de tapabocas, lavado frecuente de manos y distanciamiento físico. Pueden resultar para muchos como medidas insignificantes y tal vez esa sea su justificación para no aplicarlas. Aquí el punto es que por sencillas que puedan parecer, estas medidas pueden hacer la diferencia entre la vida y la muerte.
Sin duda, esta pandemia nos ha tomado por sorpresa y ha dado un giro de 180° al mundo entero en todos los sectores. Este difícil momento que atraviesa la humanidad, nos recuerda la fragilidad de la vida y lo efímera que es la existencia del ser humano.
Cuando hablamos de actividades sociales, instantáneamente pensamos en celebraciones o eventos en discotecas, por citar algunos ejemplos; olvidando que las reuniones familiares también son una de ellas. Y sí, es lamentable pensar que cuando más cerca queremos estar de nuestros seres queridos, para compartir el mayor tiempo posible porque diariamente vemos que fallece alguien que conocemos, alguien de nuestro entorno cercano, y porque creemos que así lograremos blindarnos frente a esta terrible amenaza, más obligados nos vemos a mantenernos distantes con el objetivo de preservar la vida.
De acuerdo con al Organización Mundial de la Salud (OMS), las reuniones se convierten en foco de contagio y se tornan peligrosas con más de cuatro personas. En el caso de las reuniones familiares el riesgo se hace aún más alto.
Gran parte de los brotes de contagios son generados en reuniones familiares por motivo de celebraciones, teniendo en cuenta que en la mayoría de los casos comparten alimentos y se exponen al contagio porque descuidan las medidas de autocuidado.
A través de la Secretaría de Salud, la Alcaldía de Acacías continuamente reitera la importancia de las medidas de bioseguridad y señala «Acudir a fiestas, reunirse con amigos o visitar familiares sin aplicar las medidas de autocuidado se puede convertir en un foco de contagio de COVID-19 y pone en riesgo su vida y la de su familia. Entre todos nos cuidamos, seamos responsables y cuidemos a nuestros seres queridos.»
Cuando se está en reuniones familiares se tiende a incurrir en algunas acciones como:
- No usar el tapabocas.
- No cumplir el distanciamiento social.
- No se cumple el lavado frecuente de manos.
- Se comparten vasos, cubiertos y alimentos.
Si bien el virus, ataca sin importar a quién, es importante tener en cuenta, que los familiares que tienen mayor vulnerabilidad de contagio de COVID-19 son:
- Los mayores de 65 años.
- Personas inmunocomprometidas.
- Personas con condiciones de salud como diabetes, obesidad, asma de moderada a severa o enfermedad pulmonar, avanzada del corazón, del hígado o renal crónica.
Recordemos que cada pequeña acción es una suma de esfuerzos para hacerle frente al contagio de este virus letal. A pesar de que en la actualidad se adelanta el Plan Nacional de Vacunación, debemos seguir implementando las medidas de autocuidado.